“Agradezco el día en que una amiga me regaló una cita con Gastón, mi nivel de depresión estaba tan alto, hasta el punto en el que ya no le veía sentido a la vida y no creía que alguien o algo pudiera sacarme de esa oscuridad que me abrigaba.

Desde la primera cita me siento mucho más tranquila y ligera, he vuelto a bailar y a sonreír, mis días se van coloreando con una paz inexplicable y entiendo este bienestar como un regalo que me llegó en el momento en que debería llegarme y así mismo, siento un compromiso muy grande por brindarle, regalarle y recomendarle la misma experiencia a los que amo y todo el mundo en general, por eso súper recomiendo a Gastón, por el gran poder que tienen sus manos sanadoras, por su profesionalismo y amabilidad, por el lindo seguimiento que da a sus pacientes y por la maravillosa energía que irradia. 

Me hizo entender que soy parte de un gran fuego que nos mantiene a todos encendidos y que para mantener esa llama prendida no debo alejarme, debo estar cerca de quienes me ayudan a encenderla. Un concepto demasiado valioso que me gustaría que todos entendiéramos.

Y aunque ansío la siguiente cita, la espera me da tranquilidad, porque sé que todo va bien y es un regalo que sabe cuando debe llegar”.